No penséis que me he vuelto una desagradable asquerosilla después de leer el titulo y seguir leyendo hasta el final para entenderlo. Este es un post diferente a la temática lúdica y que he vomitado a ratitos según me venia la inspiración de mi musa transcendental. Y la culpa de todo vine de dos lados.  Mi unión a una iniciativa muy chula que nos invitar a bloguesear y a una amiga que no para de pedirme que escriba algo mas personal. El objetivo de blogersando es escribir un post mensual sobre un tema enfocado desde una de estas perceptivas: diy, maternidad, ilustración. costura y cocina. He elegido el tema más personal y maternal muy poco habitual en mi blog pero creo que al final de este post, me sentiré algo más liberada. El tema de enero es «propósitos para 2015» y el mio lo habéis leído en mi titulo.

Nunca he sido de expresar sentimientos con la palabra. Bueno miento, he escrito alguna carta de amor y mucho tqm en mensaje de texto aunque supongo que éstos últimos no cuenta.
Estoy harta de escuchar «te quieros» a madres al dejar los niños en el cole, al despedir una conversación telefónica de enamorados, pero esa coletilla típica en el vocabulario humano no se porque a mi se me atraganta. Siento y quiero a un puñao de personas muy importantes e imprescindibles en mi vida. Pero cuando vivo una circunstancia o situación en la que el decir te quiero seria algo natural y fácil, estas dos palabras se me hacen un nudo en el estomago y me hacen sentir mal como cuando tienes ganas de vomitar y no te sale. En esos caso de malestar físico, me suelo tomar una manzanilla que según mi abuela era el mejor remedio para arreglar el mal cuerpo. Si esto no funciona queda la vía  drástica e inmediata de meterme dos dedos virtuales en la boca para provocarme el vomito. Pero pocas veces funciona . Se me pasa el momento, mis hijos se alejan ante el sonido del timbre del colegio o mi marido se despide y cuelga el teléfono sin haber escuchado esas palabras. Y me da mucha rabia, seguir con ese nudo o atasco de «Te quieros» en la boca del estomago. No ser capaz de decir lo que siento. Mi hijo mayor sin embargo no tiene ese problema. Le sale natural cuando la situación lo pide y normalmente seguido de un abrazo calentito. En estos casos, he logrado responderle con un «Mamá también te quiere mucho» . 

Quizás esta situación de atasco emocional se deba a haber vivido una infancia un poco fría y con pocas muestras de cariño familiares. Un padre que buscaba cualquier excusa para no estar en casa , que con trabajar como un burro y traer dinero consideraba haber cumplido su función paternal. Una madre algo depresiva  que siempre veía el vaso medio vacío y no era capaz de llegar a cumplir ninguno de los planes y actividades que anunciaba a sus hijos. En este ambiente un tanto frió, crecieron dos hermanos que como es normal no paraban de chincharse e irritar a la negativa mama. Nunca he querido parecerme a mi madre pero a veces y sin quererlo, cuando mis niños que sacan de mis casillas, la veo en mi. Quizás lo lleve en los genes pero me niego a que mis hijos vivían una infancia fría y sin ilusiones. Tengo pocos recuerdos concretos de mi infancia pero uno en especial os ayudara a entenderme. Unos padres paseando y una niña de unos 6 años en medio. La familia iba en apariencia felizmente cogidos de la mano pero la obsesión de la niña era unir las manos de sus padres para poder observar esa unión. Pero las manos de sus padres se repelen como polos opuestos de imán y no consiguen estar entrelazadas mas de unos segundos por mas que insistiera la pequeña. Este alejamiento y desunión, aunque solo fuera para el fin común de educar y hacer crecer unos hijos felices, ha marcado la personalidad y carácter de esa niña que en la actualidad hace lo posible para que sus hijos se despierten con una sonrisa y se vayan a la cama con la ilusión de que aventuras y emociones les esperaran el día siguiente.
Hoy me toca pediros ayuda a vosotros que tantas veces mis post os han servido para resolver alguna duda o tener a vuestros niños entretenidos. ¿Hay algún truco para vomitar te quieros? ¿Os habéis sentido así alguna vez?. Me siento como una madre atrapada en una especie de camisa de fuerzas a mis sentimientos en busca de poder expresarlos con naturalidad y acabar por fin con el atasco de te quieros que tengo en mi cuerpo. Si algún día lo consigo, la explosión puede hasta llegar a ser empalagosa así que espero que no os alcance demasiado y os cansareis de tanto dulce.
Ahora me siento mucho mejor……hasta me sale deciros en letras grandes…OS QUIERO UN POQUITO MAS QUE AYER  PERO MENOS QUE MAÑANA.

Aquí podéis leer las diferentes propuestos desde los diferentes enfoques que propone #blogersando.

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