Resiliencia empresarial & emprendimiento… Tu mejor antídoto para surfear tu miedo al coronavirus como emprendedor.

¡Hola! ¿Cómo sigue tu navegación en esta vuelta al cole tan rara?

Soy Cris, pero creo que ya me conoces 😉. Me cuelo una vez más en el camarote de mi querida Anita, para seguir hablándote de coronavirus y resiliencia empresarial.

Voy a mostrarte mi arsenal de claves de psicología para adoptar una mentalidad robusta y positiva de emprendimiento, a pesar del actual tsunami sanitario. ¡Superar el miedo y reflotar la confianza en tu proyecto está al alcance de tu mano!

Aprovechábamos nuestro último post para esbozar un diagnóstico preliminar del estado mental y emocional de los emprendedores. Avancemos ahora intentando encontrar una respuesta al siguiente interrogante:

¿Es posible seguir surfeando olitas y sujetando el timón con firmeza sin perder nuestra estabilidad emocional en el intento?

Yo creo que sí. Déjame demostrártelo.

Ya te comentaba, a principios de verano que, ante el miedo, el ser humano, como buen emprendedor, suele echar mano de su resiliencia y moviliza todos los recursos psicológicos para minimizar las consecuencias negativas. Solo así, puede resultar exitoso este trabajo.

Pues precisamente hoy quiero hablar del mejor antídoto que conozco frente al miedo: la resiliencia psicológica y empresarial.

El mejor antídoto frente al miedo y el bloqueo psicológico: la resiliencia

Como psicóloga y emprendedora el miedo es un tema que me fascina y me reta, a partes iguales.

En esta dirección, ahora quiero hablarte de resiliencia y de emprendedores resilientes, un pack que suele funcionar de maravilla para mantener una salud mental y emocional a prueba de bombas y virus.

En este sentido, en psicología hemos comprobado cómo los factores individuales asociados a la resiliencia son un gran antídoto para la tolerancia a la frustración, al estrés y ansiedad.

La resiliencia se define en psicología como la capacidad de los seres humanos no sólo de superar las circunstancias adversas, sino de adaptarnos positivamente a ellas y de salir transformados y fortalecidos.

Como vemos, ser resiliente es mucho más que superar las circunstancias adversas, ya que implica trascender esa situación de dificultad o sufrimiento y lograr un estado de excelencia profesional y personal.

Cuando una persona o grupo tiene esta capacidad de cicatrizar y regenerar un trauma, decimos que esa persona o grupo es resiliente, es decir, que cuenta con la entereza y los recursos internos suficientes para sobreponerse a contratiempos e, incluso, para fortalecerse durante el tiempo que dure esta situación.

Ahora ya sabemos que la resiliencia no es sólo una capacidad individual, implica también a grupos, familias, la comunidad y las instituciones; como parte de la solución y de la movilización de recursos para afrontar las situaciones críticas.

¿Podemos aplicar el concepto de resiliencia al emprendimiento?

¡Por supuesto! La resiliencia entendida como la capacidad para adaptarnos y para superar circunstancias especialmente difíciles, cobra un especial significado como competencia que todo emprendedor debería desarrollar.

Y más, si tenemos en cuenta no sólo las cifras de mortalidad empresarial sino las dificultades para arrancar y mantener una empresa en el tiempo (y más en circunstancias tan hostiles como las actuales).

Todos los emprendedores somos conscientes de que gestionar un proyecto empresarial conlleva convivir con elecciones y cambios difíciles constantemente, con riesgos y con fracasos, incluso.

La buena noticia es que la resiliencia se aprende, ya que es un “músculo psicológico” que incluye conductas, pensamientos y acciones que todos podemos entrenar, desarrollar y aplicar en nuestro ámbito de emprendimiento.

Un análisis preliminar de nuestro escenario de partida como emprendedores

El primer paso para ejercitar nuestra resiliencia como emprendedores es analizar todos nuestros factores internos y externos:

  • Los factores internos, son las fortalezas y las debilidades que tenemos para afrontar una situación difícil, como nuestra autoestima, la motivación interior, la confianza en nosotros mismos, la actitud y pensamiento positivo, la creatividad, la orientación hacia resultados, nuestra capacidad de comunicación…
  • Los factores externos, son las oportunidades y amenazas que hay en nuestro entorno que nos informan sobre el apoyo de personas, recursos y oportunidades disponibles.

En nuestra plantillita DAFO de la resiliencia, hacemos un balance de nuestros recursos personales y de las posibilidades de nuestro entorno para identificar soluciones que fortalezcan las debilidades y contrarresten las amenazas.

Desde el marco de las propias fortalezas y de las oportunidades, podremos establecer estrategias, tomar decisiones y esbozar un plan de actuación.

La resiliencia no siempre nos garantiza que lleguemos a ser los mejores, pero sí asegura nuestra supervivencia en tiempos difíciles, como los actuales.

Ser resistentes y flexibles en tiempos Covid garantiza nuestra confianza personal en remontar la situación, estableciendo estrategias y acciones que transformen las situaciones adversas (de incertidumbre, pérdida o fracaso) en positivas.

¿Qué ingredientes psicológicos fomentan nuestra capacidad para convertirnos en emprendedores resilientes?

El guiso de la resiliencia de un/a emprendedor/a se apoya en competencias como son:

  • El descubrimiento de las fortalezas y las áreas de mejora (personales y profesionales).
  • La adaptación a las circunstancias cambiantes del contexto.
  • La capacidad de aprendizaje continuo, a través de la experimentación.
  • El afrontamiento de los desafíos con actitud de crecimiento y aprendizaje.
  • La orientación a objetivos y logros a corto, medio y largo plazo.
  • Un pensamiento positivo y creativo, de resolución de problemas.
  • La capacidad para tomar decisiones y resolver problemas.
  • La tolerancia al estrés a la hora de afrontar cambios inciertos.
  • La autoconfianza (personal y profesional).
  • La inteligencia emocional para regular las emociones, motivaciones y necesidades (propias y ajenas).
  • La comunicación, asertividad y empatía, para interactuar con el entorno y mimar nuestras relaciones interpersonales.
  • El sentido del humor y capacidad para relativizar dramas 😉.

Ya lo sabes… Si quieres días felices, no analices, y no te preocupes por “pequeñeces”. Si echas la vista atrás para revisar tus “grandes dramas”, descubrirás que (casi) todo son “pequeñeces”.

Ya sabemos que el emprendimiento implica movimiento y reajuste continuo, y, en este punto, la resiliencia es una estrategia de crecimiento que nos sienta a los emprendedores como anillo al dedo.

De sobra sabes también que el “super-emprendedor” no nace, se hace. Y con la resiliencia ocurre lo mismo. Vamos a ver juntos cómo los emprendedores podemos ir construyendo la resiliencia en tiempos de coronavirus.

Frente al miedo del impacto del coronavirus en tu negocio, potencia tu resiliencia en estos 15 pasos

Con el objetivo de no dejarnos vencer por la adversidad, como emprendedores en la cuerda floja por el coronavirus, debemos conocer y recorrer los senderos que nos conducen a la resiliencia. Veamos 15 sencillas paradas para conseguir esa transformación de fortaleza psicológica:

15-pasos-resilencia-emprendedor-covid-19

1.- Ponte una oreja por dentro para analizarte, reconectarte con tu motor de ilusión y confía en tus capacidades.

No te subestimes, si echas la vista atrás seguro que compruebas cómo, en el pasado, superaste otras situaciones que considerabas inmanejables. Ya tienes la mochila equipada de recursos y habilidades que te ayudaron a “torear en plazas difíciles” y que pueden facilitarte también la travesía actual.

Además, la motivación inicial que te lanzó a meterle tantas horas a tu proyecto seguirá siendo tu principal gasolina para continuar remando, divirtiéndote y apostando por tu negocio, a pesar de la mar picada.

2.- Abraza también tus limitaciones y tus días malos.

Hagamos elogio de la imperfección, analizando y aceptando también nuestras sombras o áreas de mejora. Todos tenemos aspectos que mejorar y, de hecho, podemos aprovechar las situaciones difíciles para hacerlo. ¡Sólo nos faltaría ser perfectos!

«Tan solo los mediocres nunca tienen un mal día»

Anónimo

3.- Cuídate mucho y aplica tu autocontrol y tu inteligencia emocional para suavizar tus pensamientos y modular tus emociones.

El buen manejo de tus pensamientos y tus emociones aumenta las probabilidades de consumar tus objetivos.

De hecho, gestionar tus pensamientos obsesivos es fundamental para mantener a raya tus emociones de miedo, angustia y ansiedad: No se trata de retenerlos y machacarlos, probablemente no puedas. Intenta aceptarlos y colocarlos amablemente en algún rincón de tu estantería mental.

Mi mejor estrategia de autocuidado, para no crear problemas extra, implica dormir bien, seguir una dieta sana, hacer ejercicio, distraerme en la naturaleza, dedicar tiempo de calidad a mis seres queridos y mis hobbies y meditar, al menos 10 minutitos todos los días.

Puedes apaciguarte un ratito con la App de Insight Timer , por ejemplo, para crear cada vez más espacio entre un pensamiento y el siguiente (como si fueran las notas musicales de una canción relajante).

Imagina que tu mente es el río y que los troncos son los pensamientos… Intenta ir colocando cada pensamiento en un tronquito, mientras tú te dedicas a observar tranquilamente desde la orilla.

Tener la cabeza donde tienes tu cuerpo, te ayudará a reducir la producción de “peces cagones”, y le bajarás el volumen de tus emociones negativas de miedo o angustia al nuevo escenario empresarial y económico que nos deja el coronavirus.

  • Pon la mente a funcionar a tu favor como tu sierva (y no al revés), y engaña a tu cerebro.

Evita convertirte en esclavo de tu cerebro, al que le importa muchísimo el miedo.

Ya sabemos que nuestro cerebro no es perfecto y tiene sus fugas. De hecho, la mayoría de nosotros tenemos un sesgo negativo: recordamos mejor lo malo porque estamos programados para sobrevivir, por este motivo es tan importante saber gestionar tu miedo.

Para aumentar el volumen de nuestras emociones positivas a veces nos tocará “engañar” a nuestro cerebro: haciendo deporte, meditando o apelando a “poses poderosas”: como ponernos a dar unos saltitos con la espalda erguida, o ponernos un simple lápiz en la comisura de nuestra boca mientras escribimos un artículo o pasamos la aspiradora.

Al sonreír con un lápiz en tu boca, aunque no tengas ganas, generas una química positiva en tu cerebro.

Cuando adoptas una pose poderosa, como puede ser abrir tus brazos, generas más sensaciones de autoestima. Así de sensible y caprichoso es tu cuerpo.

¿Has probado estos truquis tan simples?

Si quieres saber sobre lenguaje corporal y sobre poses que te darán todo el poderío, échale un vistazo a esta charla TED.

En definitiva, todos podemos tomar nota de estas pistas para crear emociones positivas, que nos ayuden a gestar la creatividad y evitar que el cerebro se coma nuestra alegría y nuestra confianza.

4.- Acepta y busca el aprendizaje de esta situación “coronilla”, por incómoda que te resulte.

No te estanques en la queja, el victimismo y el lamento tras la adversidad. No invirtamos nuestro tiempo y en energía en hacer zoom en lo injusto de la situación, sino en aprender de ella y salir adelante.

Lo que es, es. No podemos cambiar la situación actual y hay muchas cosas que no están en nuestro mano, hasta aquí todos de acuerdo.

Céntrate, por tanto, en lo que sí depende de ti y de tu responsabilidad: tu actitud y tu forma de interpretar esta peli, que, por momentos, tiene tintes de ficción o de Walking Dead😉.

5.- Toma las riendas de tu vida y acepta el 100% de la responsabilidad de lo que haces.

Sería una lástima dejar tu barco sin patrón. Ese puesto sólo lo puedes ocupar tú, así que dirige con firmeza el timón de tu vida y de tu proyecto hacia tu propósito; no lo dejes en manos de los políticos, de las subvenciones, de los periodistas o del futuro.

No puedes guiar el viento, pero sí puedes cambiar la dirección de tus velas. Proverbio Chino.

Tomar el timón implica responsabilizarte de tus pensamientos, tus emociones, tus conductas, tus hábitos, tus rutinitas y tus relaciones.

En este punto, será crucial fijarnos horarios y rutinas con sentido que le den una estructura y organización a nuestro día a día de teletrabajo. Podemos hacerlo fijando pequeños fragmentos y tareas con las que nos comprometemos y cumplimos.

A todos nos encanta tener tiempo libre, pero creo que la falta de estructura y propósito vital nos lleva a vagabundear (como voyeurs o exhibicionistas de las redes sociales), a la procrastinación, al Copy + Paste de “eternos y repetitivos días de la marmota”.

De esta anárquica dinámica diaria a la apatía, la rumiación de pensamientos negativos, la depresión y la ansiedad hay un pasito muy pequeño.

Alemania, en este sentido, me ha ayudado a convertirme en “doña lista y doña agendas”, y creo que esta estrategia de organización me está salvando del caos y la angustia ante el presente y el futuro de mi negocio.

Para ser dueña de mi tiempo, aún más estos días rarunos, junto a los recordatorios y las alarmas de mi Google Calendar, me ayuda mucho usar la App Toggl , para medir y mejorar mi productividad día a día, metiendo la energía en lo que realmente cuenta.

¿Qué es la primera cosa que haces cada mañana con tu negocio digital? ¿Te comes “el sapo” y afrontas lo más importante o te dedicas a apagar “fueguitos”?

Permíteme aquí que me ponga un poco firme para pedirte que…

  • Te duches y te quites todos los días tu pijama.
  • Organices tu día con una lista de tareas (profesionales, familiares, sociales, domésticas) a realizar.
  • Y, lo más importante, que cumplas todas esas actividades tachándolas en tu agenda y premiándote por ello.

Este último paso te conectará con cierto sentido de normalidad, utilidad y gratificación.

Todos tenemos muchos fuegos que apagar, es cierto. No obstante, es importante que lo urgente y los fuegos que apagar no te coman y ocupen toda tu agenda.

Me atrevería a decir que aún es más importante que aprendas a decir NO (a tareas, personas, peticiones no alineadas con lo que realmente cuenta en tu negocio), y a delegar aquello que no puedes asumir.

Por ejemplo, ya que es imposible ser expertos multitarea en todo, tal vez sea la ocasión perfecta de delegar aspectos técnicos importantes.

Apoyarte en otros profesionales del diseño digital, el copywriting, el SEO, las redes sociales, etc., como mi imprescindible Ana Frikymama, puede ayudarte a centrar tus tareas en lo que está alineado con tus competencias, y, en paralelo, escalar tu negocio al siguiente escalón.

  • Por cierto, ¿conoces las cinco técnicas de las personas «más exitosas»?

Retomando el discurso de mi querida Elsa Punset…

  • Divide la meta final en submetas.
  • No pierdas de vista la meta final.
  • Date una recompensa por cada mini-meta alcanzada.
  • Escribe tu sueño final.
  • Cuenta tus los planes.

6.- Diseña tu “refugio balinés”

En estos días encontrarás muchas opciones disponibles para empezar a practicar Mindfulness, relajación muscular progresiva y meditación. ¡Ya te he dado una pista útil con la App de Insight Timer! ¡No dejes de probarla!

Tú decides si quieres ver tu hogar como tu cárcel o como tu templo. Para seguir limpiando y oxigenando tu mente dedica unos minutitos diariamente para relajarte, meditar o simplemente para estar en silencio.

Recuerda que dentro de ti ya están todas las respuestas y todas las claves para responder con creatividad a los retos actuales.

7.- No te pases de optimismo iluso.

Crea un equilibrio entre los retos y las posibilidades de la realidad objetiva y una visión esperanzadora y positiva de la misma.

Aquí apelo, una vez más, a tu círculo de influencia y control: Tu manera de afrontar esta situación depende de tu actitud. Con un marco de “vaso medio lleno”, intenta ser proactivo/a, adelantarte a la jugada y ver las posibilidades que pueden abrirse a corto, medio y largo plazo.

8.- Sé flexible aprendiendo nuevas estrategias de afrontamiento.

Intenta no cocear, no trates de luchar y resistirte con uñas y dientes contra los inevitables cambios que nos deja el coronavirus.

Nos toca escuchar y adaptarnos, con dinamismo y flexibilidad a las necesidades, los objetivos, los bolsillos, las prioridades renovadas de nuestros clientes.

Es cierto… No podrás parar las olas, pero sí puedes aprender a surfear, querido/a navegante.

9.- Resiste y persevera, apretando dientes, si es preciso.

¿Te has caído con todo el equipo? Te toca levantarte, limpiarte el polvo de las heridas, hacer autocrítica asumiendo y corrigiendo los posibles errores para volver a surfear.

Recuerda que el miedo al fracaso te vuelve lento/a, vulnerable y reduccionista. Te deja sin combustible ante las respuestas y la ejecución inmediata que debes aplicar en una situación difícil.

Es cierto que esta crisis nos ha pillado a todos “en bolas” y que nos sentimos más vulnerables y pequeñitos. Por tanto, si te tambaleas y el fracaso sobrevuela tu negocio, es momento de actuar y perseverar, contemplando que una crisis siempre nos demanda una decisión y un cambio de rumbo.

No es lo mismo encontrar una pequeña fuga puntual en nuestro barquito, que tomar conciencia de daños irreparables en nuestra embarcación que hacen inviable achicar agua en la navegación.

Sin embargo, bajar los brazos y rendirnos al posible fracaso no debería ser una opción fruto del miedo.

No hace falta que seas un superhéroe, pero es momento de ponerte el machete entre los dientes, de confiar (en ti y en tu proyecto), y de hacer más (por ti y por los demás), sin importar si el uniforme que vistes es de bata blanca, de corbata o de chándal.

10.- Practica el pensamiento lateral y sé creativo/a sin reprimir tu curiosidad.

Dicen que no son buenos tiempos para los soñadores, quizá tampoco sean los mejores tiempos para los emprendedores, pero al menos que no sea el miedo nuestro principal freno.

La creatividad te ayudará a encontrar diferentes alternativas de solución a problemas. Recuerda que no existe una única senda directa al éxito, existen casi infinitas formas de reinventarnos; tantas como personas.

11.- Sé compasivo/a contigo

Te invito a que abreces todas tus experiencias que te han llevado al punto actual (con todos los aciertos y errores) y a que te perdones y seas compasivo con el/la espartano/a que llevas dentro. Con la información y los recursos que tienes lo estás haciendo lo mejor que puedes, así que deja el látigo a un lado, no te sobreexijas ni te castigues.

12.- Rodéate de “personas e informaciones medicina”.

No siempre podremos elegir a nuestros clientes, proveedores, vecinos, etc. Las personas quejicas y pesimistas están lidiando con sus propias dificultades de adaptación a los cambios.

Estos “pequeños nubes negras” suelen encontrar mil frenos o excusas para no desplegar toda su artillería de adaptación, pero el reto aquí es que te afecten lo menos posible.

Evita, por tanto, la sobreinformación, los bulos, las fake news, aplicando el sentido común y dosificando los mensajes que te llegan del exterior, ciñéndote a fuentes creíbles y realistas.

Ponte, hoy más que nunca, un impermeable protector frente a los mensajes de las personas tóxicas o pesimistas, para no dejarte atrás por pronósticos apocalípticos que pueden provocarnos hipocondría, parálisis, ansiedad o depresión.

13.- Invierte tiempo de calidad en tus relaciones personales y profesionales: ayudando y queriendo, así como dejándote ayudar y dejándote querer.

El apoyo social es un ingrediente fundamental para las personas y los emprendedores resilientes.

Algunas personas (aquí en Alemania vemos demasiados ejemplos de este tipo), no son capaces de pedir ayuda y no se dejan ayudar. Esto no es un signo de fortaleza y resiliencia, sino todo lo contrario.

De hecho, creo que aceptar nuestra vulnerabilidad personal y social puede ser un ingrediente de éxito y poderío fundamental. Y no sólo te lo digo yo… Échale un vistazo a la preciosa charla Ted de Brown.

En mi caso… Para amortiguar la soledad y mis propios miedos y vulnerabilidades como emprendedora expat. he aprovechado estos días para tejer red y tender puentes virtuales a familiares, amigos, antiguos compañeros de trabajo.

Mandar mensajes en una botella a mis antiguos pacientes también me ha reportado sorpresas muy positivas y me ha recordado el valor de seguir haciendo cosas útiles por mí y por los demás.

No todos mis pacientes, por ejemplo, han tenido la intimidad suficiente para darle continuidad a la terapia o el coaching online en sus hogares. Ser consciente de este cambio en sus necesidades me ha ayudado a reajustar mis estrategias, mis servicios y productos a corto y medio plazo.

14.- Doble taza de empatía, solidaridad y perdón.

Nos toca seguir ampliando la mirada y salir un poco de nuestro propio ombligo para aceptar cómo están ocurriendo las cosas y cómo les va la película a las personas de nuestro entorno.

Toca liberar las emociones que nos bloquean y nos impiden avanzar: olvidando las rencillas del pasado, enterrando el hacha de guerra y, todo ello, sin buscar chivos expiatorios a los que culpar. ¡El rencor, la envidia o la comparación social no están de moda en estos tiempos y sólo torpedean tus iniciativas!

15.- (A solas y con la mejor compañía), ríete, ríete mucho.

Nunca me cansaré de decirlo: A falta de vacuna anti-coronavirus, el sentido humor y la risa suele ser la salida de emergencia más efectiva ante el drama y la dificultad. Así que, siempre que puedas, utiliza el sentido del humor.

Aún dentro de la tragedia, los famosos bailarines de féretro ganeses se convirtieron hace unos meses en el hilo conductor de muchas de nuestras risas y bailes en nuestros hogares, ¿verdad?

Sácale todo el potencial a este botiquín de resiliencia para “emprendedores al borde del colapso por coronavirus”.

La situación generada por el coronavirus es inédita e inesperada para todos los mortales. Es normal que genere episodios de ansiedad y miedo. También es lógico que sintamos que nuestros negocios e ingresos peligran…

No obstante, sigue estando en tu mano trabajar tu músculo de la resiliencia y ceñirte a los elementos que sí puedes controlar.

Ya que rendirse y dejarse arrastrar por la desesperación no es una opción, nos toca seguir apostando por nuestro proyecto, con la mejor actitud, querido/a compañero/a.

Espero que los consejos y pautas que hemos expuesto te ayuden a poder sobrellevar esta situación de miedo y parálisis.

Por cierto… Si crees que tienes una asignatura pendiente con tu confianza, tu resistencia y tu poderío como emprendedor, reserva ya tu sesión estratégica gratuita conmigo.

Con mi método de acompañamiento Ilusión – Elección – Acción, tú pones en nuestra embarcación el QUÉ (tus ilusiones, tus pasiones, tus sueños, tus proyectos, tus frustraciones y tus anhelos) y juntos desarrollaremos el CÓMO.

Juntos trabajaremos cómo conducir tu vida profesional y personal al siguiente nivel de éxito, empoderamiento y satisfacción.

Y hasta aquí todo lo que quería contarte sobre mi método para aliarte con tu miedo durante esta segunda ola de la crisis sanitaria. Ahora ya estarías listo/a para seguir navegando y surfeando con confianza, a pesar de las condiciones del mar.

Si quieres saber más sobre estrategias y fórmulas de éxito para tu negocio de emprendimiento digital, ¡sigue atento a las novedades de la web de Frikymama y el boletín de Ana!

Cuéntanos en los comentarios si conoces o sigues otras claves para surfear estos momentos de miedo generalizado, y comparte las ventajas de aplicarlas en tu negocio. Sin nada más que añadir, ¡te animo a que te decidas y le des el empujón definitivo a tu proyecto para poder llegar al puerto que tienes en la cabeza!

¡Comparte y ayuda a otros/as emprendedores/as y empresarios/as digitales en ciernes!

Sin nada más que añadir, ¡te animo a que te decidas y le des el empujón definitivo a tu proyecto para poder llegar al puerto que tienes en la cabeza!

¡Un fuerte abrazo, feliz emprendimiento y pura vida siempre!

Cris.

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