Hola mente inquieta, este post viene llenito de ingredientes psicológicos para enfrentarte, con la mejor equipación, a la incertidumbre y las dificultades que atraviesas con tu negocio en este escenario del Covid-19.

Escribiendo guiones raros para las pelis más disparatadas…

  • ¿Cómo te están afectando, como emprendedor, los retos del “melocotonazo” actual?
  • ¿Has tenido que hacer una pausa forzada para cumplir con las regulaciones actuales del estado de alarma?
  • Todo se tambalea en tu proyecto: las ventas de tus productos y servicios han mermado; algunos de tus clientes han hecho justificadas “bombas de humo”; te saturan los reajustes pesimistas de tus cuentecitas con tu gestor… ¿Con todo este tambaleo también se cuelan el miedo, la angustia y el estrés en tu día a día?

A riesgo de repetirme cansinamente con consignas y argumentos más que manidos, debo decirte que, aun viviendo en mi refugio de paz en Baden-Baden, me resulta imposible ponerme un impermeable anti “coronilla” para mantenerse al margen de las dramáticas cifras de contagios y fallecidos, de pérdidas económicas, de negocios hundidos, de personas aisladas, de casos de exclusión social, etc.

Últimamente, al compartir sesiones de videoconferencia con algunos de mis pacientes autónomos, he comprobado cómo según han ido pasando los días, se han ido desinflando progresivamente, se han dejado atrapar por el virus del estrés y el miedo, y han perdido confianza, fortaleza y estabilidad emocional por el camino. Ellos mismos me han transmitido que, en esta época de crisis y angustia generalizada, se sienten incapaces de gestionar decisiones y cambios importantes para recalibrar el rumbo de su negocio.

Esta dificultad para gestionar nuestras emociones más incómodas puede convertirse en nuestro principal punto flaco a la hora de seguir metiéndole energía, ilusión y acción a nuestros proyectos de emprendimiento.

Sin duda, reconectarte con tu motor de base sigue siendo una brújula importante y necesaria para orientar el rumbo de tu travesía. No obstante, para poder afrontar la mar picada que atravesamos con nuestro negocio, ahora, más que nunca, necesitamos integrar un kit extra de herramientas de estrategia profesional y psicológica a nuestra equipación de emprendimiento.

Ana de Frikymama tiene mucho que aportarte para darte el empujón final en las diferentes facetas estratégicas de tu negocio digital. En esta ocasión, yo vengo a hablarte de pildoritas de psicología para afrontar los miedos, la angustia y el estrés que nos suscita el futuro post-coronavirus de nuestro negocio.

Si ya eres emprendedor, o te estás planteando dar el salto con tu propio negocio digital en tiempos de coronavirus, y crees que vas a la deriva y tienes alguna asignatura pendiente para manejar la incertidumbre de tu aventura laboral, sigue leyendo.

¿Y por qué vuelvo a darte la turra nuevamente en estos días inciertos?

No es la primera vez que me cuelo en el frikyhogar de mi querida Ana. Puede que, incluso, me hayas escuchado desafinar en una vídeo-opinión.

Te recuerdo que soy Cristina Centeno: psicóloga, coreógrafa de decisiones y cambios, y expatriada feliz en Baden-Baden. Ayudo a particulares y profesionales, a salir de estados de bloqueo, crisis e indecisión y recuperar el timón de sus vidas.

He diseñado un método propio de toma de decisiones y gestión del cambio. En la secuencia de ILUSIÓN –> ELECCIÓN –> ACCIÓN he rescatado las estrategias más efectivas de liderazgo personal.

Te invito a visitar mi embarcación para saber más sobre mí y mi método de acompañamiento (una preciosa creación de Frikymama 😉).

Hoy quiero hablarte de otro de los temas que, a lo largo de mi vida, me ha generado tanta fascinación como quebraderos de cabeza: EL MIEDO, en todos sus tamaños y formatos.

Tipos de miedos hay muchos (al fracaso, al ridículo, a volar, a las arañas, a las alturas, a los espacios cerrados, a la enfermedad y la muerte…). Existen tantos miedos como personas, vaya.

En tiempos de pandemia sanitaria, nuestras peores pesadillas emergen en todos nosotros, y hoy quiero detenerme en la gestión de nuestros miedos al emprender y liderar nuestro proyecto, a pesar de los momentos de mar picada.

Como emprendedora digital expatriada también he tenido que gestionar y aprender a convivir con esas emociones incómodas de miedo, angustia y estrés frente a un futuro incierto, con reglas del juego aún por explorar, para que contaminen lo menos posible mi negocio de psicología y coaching.

En cualquier caso, no estamos aquí para hablar de mí. No quiero enrollarme más y quiero empezar a hablarte del impacto de nuestros miedos en nuestros proyectos. Y, lo que es más importante, quiero mostrarte los antídotos psicológicos que mejor pueden ayudarnos para atravesar este gran marrón actual que nos afecta a todos.

Déjame compartir contigo una lista de puntos de psicología que debes contemplar al afrontar los desafíos de la crisis del coronavirus para nuestros negocios online: información práctica y condensadita de psicología para fortalecer tu envergadura psicológica como emprendedor/a, y para reflotar tu confianza, tu motivación y tu creatividad, sin naufragar durante esta agitada travesía.

El escenario actual del emprendimiento impregnado por el virus del miedo

Es más que obvio que los emprendedores de hoy desarrollamos nuestra actividad en entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo). Esto implica convivir con situaciones adversas de forma continua y que pueden mermar nuestra capacidad, nuestra iniciativa y nuestro espíritu emprendedor.

Es más, en las últimas semanas, he encontrado en mi consulta de psicología y coaching, un volumen creciente emprendedores con síntomas ansiedad, depresión y baja autoestima que podrían llevarlos a una situación de imposibilidad psicológica y emocional para afrontar con éxito los problemas y obstáculos que surgen al gestionar un proyecto.

Si el coronavirus es contagioso, hay una emoción que podríamos poner en la misma línea de contagio: el miedo. Palabras y frases como pandemia, confinamiento, estado de alarma, crisis económica, bancarrota, ERTE o desempleo no ayudan a tranquilizarnos, sino que nos llevan directitos a la ansiedad.

Los psicólogos hemos comprobado cómo este tipo de escenarios apocalípticos provocan en nosotros una serie de emociones que suelen alinearse con conductas evitativas, caóticas, incoherentes o disfuncionales.

Sin duda, los emprendedores nos estamos enfrentando a uno de los momentos más desafiantes, extraños, difíciles, imprevisibles e impactantes de nuestra navegación. De hecho, tú, como emprendedor, seguro que también llevas ya largas semanas apretando dientes y haciendo malabarismos con tu negocio y con tu estado de ánimo.

En este escenario de coronavirus, podemos seguir el caminito del miedo, la angustia, el cabreo contra el mundo, el pesimismo, o bien podemos elegir la senda de la fortaleza y la resiliencia. De nosotros depende.

Cómo emprendedor online, ¿Estás en la senda del miedo o en la senda de la fortaleza?

Este tipo de cambio tan brutal en nuestro ecosistema pone a prueba todos nuestros resortes psicológicos como emprendedores y como seres humanos, por lo que resulta vital, una vez más, ponerle el termómetro a nuestro negocio y a nuestro estado psicológico general para poder afrontar elecciones y acciones coherentes y ajustadas a los retos actuales.

Así las cosas, parece que a (casi) todos nos toca hacer limonada con nuestras ventas de servicios y productos. ¿Te resuena este escenario? Tal y como compartía contigo en otras de mis colaboraciones con Ana, 7 claves de la psicologia positiva para afrontar los malos momentos de tu negocio , nuestra aventura de emprendimiento digital supera muchas veces cualquier peli de ficción, y mi objetivo es que no te conviertas en otro “Emprendedor digital” al borde del colapso por coronavirus”.

¿La psicología puede ayudarnos a mejorar nuestros hábitos para seguir apostando, en nuestra aventura de emprendimiento, a pesar de este momento de pánico generalizado?

Ya lo hemos dicho, el miedo ha hecho su aparición con la cara siniestra de Covid-19, y nos demanda que nos equipemos para identificarlo y afrontarlo como los espartanos que somos.

A pesar de las circunstancias difíciles que todos atravesamos, quiero que nos apoyemos en algunas claves de la psicología para que, cualquier ser humano y cualquier emprendedor pueda seguir encontrando sentido, propósito, compromiso, confianza y disfrute en su día a día (personal y profesional).

A estas alturas, todos los emprendedores sabemos que la verdadera envergadura de nuestros negocios digitales se mide no sólo por la viabilidad de nuestro plan de negocio, de nuestra hoja de ruta financiera, de nuestras herramientas de marketing digital y diseño gráfico, de nuestras cifras de ventas y clientes.

Hoy más que nunca, a la hora de proyectarnos con nuestra aventura empresarial a largo plazo, debemos evaluar y reevaluar nuestra capacidad de adaptación al cambio, de gestión de decisiones, de creatividad e innovación, de ajuste a las necesidades cambiantes de nuestros clientes, de superación de los baches y de gestión del fracaso, cuando es preciso. Estoy hablando de un ingrediente extra que nos afianza en nuestro espíritu emprendedor: la fortaleza psicológica o resiliencia.

Mantenernos optimistas, resilientes, comprometidas, encontrar sentido, coraje y propósito en lo que hacemos son características fundamentales de fortaleza psicológica para que no tiremos la toalla antes de tiempo, en esta travesía que está plagada de pedruscos.

No dejes que el coronavirus te robe tu espíritu de super-emprendedor/a

Las personas que tienen un espíritu emprendedor son capaces de decidir y reajustar la dirección y los cambios de sus negocios, sin dejar que las olas vayan controlando su navegación.

Todos y todas somos emprendedores/as de 10, pero no es fácil afrontar una situación tan inmanejable como la actual. En este sentido, la óptica de la psicología puede darnos algunas pistas para optimizar nuestros hábitos de emprendimiento y surfear con éxito olas de especial dificultad, como las del coronavirus.

Éste, de hecho, puede ser el momento idóneo para reflexionar sobre el significado y el impacto de nuestras emociones en nuestros proyectos profesionales.

El primer paso implica ponernos una oreja por dentro para identificar aquellas sensaciones que nos genera el coronavirus y a las que no sabemos poner nombre: ¿Ansiedad? ¿Irritabilidad? ¿Tedio? ¿Miedo?

El miedo… ese compañero de navegación tan desagradable

De momento empezaremos por el miedo, pues quizás sea el origen de todas las demás emociones.

El miedo es una de las emociones básicas y también está considerada como primaria y universal.

El miedo es la respuesta ante una situación amenazadora y desconocida al mismo tiempo. Es algo muy parecido a lo que ocurre cuando nos enfrentamos a un examen, una entrevista de trabajo o una prueba médica importante.

Este miedo, en forma de monstruo, que ancla nuestros pies al suelo, genera grandes consecuencias sobre nuestro organismo y se ha encontrado en personas de todas las culturas que se han estudiado. Vamos, que es una emoción súper normal, pero, no por ello, menos desagradable.

Aun así, el miedo también tiene una función protectora: hace que apretemos dientes y nos pongamos en alerta para poder afrontar y, por lo tanto, movilizar los mecanismos de control idóneos.

El miedo apunta a la percepción de un desequilibrio entre nuestros retos externos y nuestros recursos internos. El balance, o nuestra paz interna, se rompen porque percibimos un desajuste entre aquello a lo que nos enfrentamos y las habilidades personales que tenemos para afrontarlo.

Bueno, pues ahora el miedo se vincula con algo crucial: la posibilidad de perder nuestra integridad física, social, familiar y económica. No es fácil convivir con el coronavirus y con las secuelas (sanitarias, sociales, culturales, micro y macro-económicas) que dejará esta crisis en nuestra vida, nuestro ecosistema y nuestro negocio.

Ansiedad ante el coronavirus

Y la pregunta en este punto es: ¿Cómo no vamos a sentir miedo y angustia con toda la que está cayendo?

Si ya de por sí un entorno de emprendimiento tiene altas dosis de estresores que influyen de manera directa en la productividad, rendimiento y eficacia de las personas y sus proyectos, imaginemos el mega impacto y sobreesfuerzo que supone el estrés “coronilla” en nuestras vidas.

No puedo minimizar esta afección tan ajustada y tan frecuente a lo que está ocurriendo, pero te invito a reflexionar sobre algunas pautas para afrontar y doblegar, lo mejor posible, el miedo que nos genera el actual y futuro panorama.

El primer paso para empezar a ganar en fortaleza psicológica como emprendedores implica realizar un diagnóstico preliminar del estado mental y emocional.

Un mini-test final sobre tu estado mental y emocional

  • ¿De cero a diez cómo evaluarías tu estado de ánimo actual?

En esta escala, cero sería: Esta situación es terrible, es insuperable y jamás volveré a tener éxito ni ser feliz en el futuro; diez sería: esta situación es genial y me hace sentir tremendamente feliz y confiado.

Según Santandreu, el diagnóstico más habitual en nuestras consultas de psicoterapia es la “terribilitis”: nuestra tendencia a evaluar cualquier adversidad como terrible e insuperable.

Si nunca has oído hablar del término “terribilitis”, te animo a relativizar un poco este oscuro panorama dándote una vuelta por los libros de uno de los psicólogos cognitivos más conocidos en España: Rafael Santandreu.

  • ¿De cero a diez cómo evaluarías tu nivel de ansiedad y miedo?

En esta escala la puntuación es justo al revés. Cero sería: Estoy en completa calma; diez sería: estoy al borde del infarto.

Cumplido este objetivo de (auto)diagnóstico inicial y contemplando la importancia de mantener un equilibrio en la evaluación de los retos externos y de nuestras capacidades de afrontamiento, nos falta lo más importante: entrenarnos con el mejor antídoto psicológico frente al miedo: la resiliencia empresarial.

No te despistes del blog de Anita, porque en los próximos días volveremos con mucho material calentito para que puedas seguir afrontando con confianza los retos de tu proyecto d emprendimiento.

¡Comparte y ayuda a otros/as emprendedores/as y empresarios/as digitales en ciernes!

¡Un fuerte abrazo, feliz emprendimiento y pura vida siempre!

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