Este mes esta siendo muy intenso a nivel bloguero. Quizás demasiadas ideas e iniciativas en las que me he embarcado pero es que no lo puedo evitar, disfruto con ello. Así que voy arañando tiempo de aquí y allá para cumplir con mis compromisos y el proyecto de la A a la Z de Miss Lavanda no se podía quedar fuera.

Este mes toca que plasmemos en una imagen la letra E. Y lo primero que se me vino a la mente fue la foto que ilustraba uno de mis primeros cuentos que escribí para mi hijo Max. Os dejo la foto de la estrella de barro obra de Max y el texto que la inspiro.

UN CUENTO PARA MAX: EPISODIO FINAL

«…..Me puse la zapatillas y una bata que la noche estaba fresca. Seguí al hombre del sombrero de paja y su carretilla colina arriba. Cuando llegamos a la cima, saco una cuerda de su bolsillo con una especie de «dientes» y la empezó a girar en el aire como  vaquero en un rodeo. 
-¿Estas preparado para morder a la luna?. No me dejo responder. Lanzo la cuerda a lo alto y sin saber como, los dientes se clavaron en la luna. -No te quedes ahí como un pasmarote. Coge el extremo de la cuerda y tira con todas tus fuerzas. Mis manos y fuerza no son como eran antes. Tiramos los dos tan fuerte que enseguida pudimos arrancarle un trozo a la luna.  La destreza de aquel hombre era increíble. Fue arrastrado poco a poco el mordisco lunar hacia la carretilla. Y lo mas extraño e inexplicable fue  el tamaño de la parte arrancada. Tan grande como una sandía. ¿Como podía ser que de un astro tan grande solo consiga robar un trozo tan pequeñito? . Guarde esta pregunta en el saco de hechos inexplicables que habían empezado  dos noches atrás cuando conocí a los niños de la colina. Ahora lo único que importa es disfrutar del momento mágico del que era semi protagonista.
 -Ahora conoces el porque de los 4 estados de la luna. Desde hace años nuestra familia se ha encargado de transformar a la luna según sus fases.  Durante la Luna nueva y su aparente invisibilidad alimentamos a la luna para después convertirla en Luna creciente. Decirte que es bastante glotona y sobre todo le chifla comer un buen plato de sueños infantiles y de postre unas sonrisas con salsa de cosquillas. Va engordando lentamente hasta convertirse en una gran panza redonda: la enigmática y atrayente luna llena. Y por ultimo queda el trabajo de hoy donde has sido un perfecto ayudante. Ponerla a dieta o luna menguante cortandole trozitos para poder recuperar su figura invisible: la luna nueva. Su explicación me pareció tan increíble como convincente. Solo me quedaba una duda. 
-¿Que hacéis con los trozos que arrancáis a la luna? -pregunte. 
-Me temo amigo que eso es otra historia que tendrás que descubrir otro día. Muchas gracias por tu ayuda y ahora vuelve a casa que todavía quedan horas de sueño. De camino a casa me acorde de la estrella que me dieron los hijos del señor del sombrero de paja y que escondí hace dos noches. Me falto tiempo para rescatarla de su refugio. Había perdido su resplandor y se ha convertido en una estrella de barro. Recordé las palabras de la primera noche de «aventuras»….»Cuando la estrella no brille mas el deseo que pediste se cumplirá». Y vaya si se ha cumplido. He recuperado la ilusión e inocencia infantil que aunque vayamos creciendo y madurando, nunca deberíamos de perder. Que sirva esta frase como moraleja de cuento. 

FIN
Si os ha gustado y queréis leer los dos primeros capítulos:  
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