Beta-testers: dícese de las personas que prueban un producto que está en beta, es decir, en pruebas. Esa es la definición «oficial» del término que habrás leído en el título del post y que quizá te haya sorprendido. ¿Qué es un beta-tester? ¿Y qué tiene que ver con un curso online que quieres lanzar?

Los beta-testers son gente que «prueba» tu curso, realizándolo antes de que lo lances. ¿Para qué te va a servir? Podrás pulir errores, te darán feedback, ideas, sugerencias, y el curso quedará más adecuado para los posibles compradores. Hay mucha gente que lanza su curso sin tener beta-testers, es decir, no es obligatorio, pero sí bastante recomendable.

Cómo buscar beta-testers para tu curso

Hay varias opciones: desde ofrecérselo a estudiantes anteriores de otros cursos (si los tienes), a antiguos clientes (si tienes un negocio que vendes también servicios), a compañeros de nicho que tengan blogs o negocios parecidos al tuyo o incluso a gente que comparta contigo algún grupo de Facebook con inquietudes similares. Te pongo un ejemplo: cuando nosotras lanzamos hace un año nuestro curso sobre branding tuvimos 7 beta-testers: dos eran antiguas alumnas de un curso de Genesis Framework; dos eran clientas de nuestro servicio de diseño y las otras 3 eran de un grupo de Facebook sobre diseño web. Es importante que sea gente interesada en el tema o que pienses que le puede interesar, es decir, elegir un tester simplemente por cumplir el cupo no te servirá de nada: elígelo entre tu cliente objetivo.

Cómo estructurar la prueba del curso

En esto, de nuevo, cada creador es un mundo. Yo he sido beta-tester en cursos que han sido gratuitos para todos los estudiantes de prueba y también en cursos en que se nos ha ofrecido probarlos a cambio de un precio-mucho más bajo del que luego sería precio de lanzamiento. Evidentemente lo normal es que si el estudiante de prueba te está haciendo a tí el favor de revisar el curso antes del lanzamiento no le cobres por ello-esa es mi opinión-pero también he visto casos en los que se cobra una cantidad muy pequeña que luego se reembolsa si el estudiante contrata alguno de los servicios del creador del curso.

A qué se compromete el beta-tester

Los beta-tester deben comprometerse a completar el curso en un tiempo determinado (no olvidemos que tú tienes ya tu fecha de lanzamiento y debes respetarla), a comprobar todos los materiales que les facilites y a tomar notas de todos los puntos que mejorarían del mismo, las temáticas que ampliarían, lo que les interesa a ellos en particular y no ven en el curso etc. También deben hacer sugerencias y por supuesto avisar de pequeños fallos de tipografía, redacción etc. Esta aportación en ocasiones se realiza a través de un documento que se remite al final del curso o bien a través de un grupo de Facebook donde se participa o incluso por Slack.

Para qué te sirve toda la información a tí

Con esa información tan valiosa tú puedes hacer muchas cosas. Lo primero sería leerla y clasificarla (importante/no importante). La importante implica la necesidad de acción (añadir un módulo más, cambiar el título de otro, corregir una falta de redacción…) y para ello deberías ocupar aproximadamente una semana. Esto significa que si quieres que haya beta-testers en tu curso, aproximadamente mes y medio antes del lanzamiento debes tenerlos ya seleccionados. Ello les permitirá realizar el curso en aproximadamente un mes (este tiempo puede cambiar según la longitud de tu curso), realizar la crítica y al mismo y tú tendrás tiempo también para corregir lo que desees modificar

¿Es absolutamente esencial tener beta-testers?

No. Es sólo una herramienta añadida.

Espero que este post te haya servido para entender un poco más una práctica cada vez más extendida de la que te puedes aprovechar para tu lanzamiento. Hasta el próximo mes.

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